Janik

Durante los muchos años que he dado clases en la UNAM he conocido muchos, muchos estudiantes. Algunos de ellos se han hecho amigos cercanos, queridos, otros han conservado más su distancia. De manera peculiar recuerdo el día en que entré al salón y me di cuenta de que alguien llevaba un gatito bebé. "Mau, miauuu, Prrrmiau..." Recuerdo que pensé que iba a ser difícil concentrarme con ese gatito en clase. Por otro lado me encantan los animales así que mientras el grupo, (que era un grupo como de ochenta alumnos) se sentaba y acomodaba, yo intenté localizar al gatito. Estaba cerca, lo escuchaba bastante cerca... pero nada. ¿Lo traerían en una mochila? Pobre gato, pensé. Por fin todos se callaron y acomodaron, menos el gato, que seguía: "meow...miaaaau..." (Era un gato bilingüe.. ja ja ja)
Bueno, total que adopté mi postura de profesora enojona y dije: ¿Quién trae un gato? Se escucharon algunas risitas y, lo más sorprendente, el gato se calló. Entonces vi que una alumna, que por cierto me parecía muy abierta, alegre e inteligente, se ruborizó considerablemente. Sus compañeras volteaban a verla... y me dijo: ¡Ay maestra, perdón, soy yo! Pero ¿cómo? le dije ¿puedes hacer tan bien como gato? Le pedí que volviera a hacerlo y ya no quiso, estaba muy apenada... pero desde entonces se me hizo muy simpática.
El tiempo pasó, el año terminó, y cada vez que la encontraba en los pasillos, solamente me decía una cosa: ¡Maestra! Siempre con prisas las dos, nos saludábamos corriendo. Luego tuve un proyecto PAPIME, la invité, formó parte de él, concluimos bien todo... y la amistad quedó.
Hoy Janik vino a casa, a ver a su maestra con la pata rota. Como siempre, lo primero que me dijo al verme, fue "¡maestra!". Desde hace tiempo ya que nos hablamos "de tu" y la confianza es muy grande, pero igual sus primeras palabras para conmigo siempre son las mismas. Janik pasó la tarde diseñando a mi gusto la presentación de este blog. Su presencia iluminó mi casa y estos días que para mi han sido de impotencia, por no poder moverme bien.
Ser profesora de la UNAM me ha dado mucho, muchísimo. Pero de todo lo recibido, lo mejor es el afecto de mis alumnos. Yo creo que ellos saben, sienten, cuánto los quiero. Pienso que no estoy sola... Ellos van conmigo.
Gracias por tu paciencia, por tu tarde dedicada a mi blog, y sobre todo por tu preciosa amistad, mi querida Janik!

1 comentarios:

Lienzo dijo...

:) Paulina:

Mi corazón no tiene forma de agradecerte lo que tu has hecho por mi, y por más que trate jamás lograré comunicarte ni la mitad del agradecimiento que te tengo. Porque estuviste ( y aún estás) en momentos en los que nadie estuvo y tu guía no es simplemente académica sino humana. Y la integridad y la honestidad que nos compartes es una guía, porque eres filósofa pero también mujer, madre, amiga y alguien divertido y espontaneo :)
Te quiero mucho y te quiero bien :) Y metería las manos al fuego por ti, y eso da gusto :) y como ya se me sale la melcocha jajaja mejor te digo: MIAAAAAAAAAAAAAAAAAAAUUUUU!!!!! MEEEEOOOOOW!!!!!!:):)

ATTE. JANIK

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